Bizitegi lleva desarrollando su labor de forma continuada durante 43 años en apoyo a las personas en situación de exclusión social de Bilbao y Bizkaia.

Bizitegi nació en el barrio de Otxarkoaga de Bilbao en el año 1980 cuando un grupo de personas de manera voluntaria y promovida por una fraternidad de Capuchinos comenzó a trabajar para apoyar las personas que por motivos de drogadicción, pobreza o salud mental estaban en situación de exclusión social. El objetivo siempre ha sido ayudar a las personas facilitando procesos de incorporación social, permitiendo que las personas se desarrollen en el entorno donde viven, en la comunidad más cercana.

El trabajo comunitario y la potenciación del tejido asociativo y social en los barrios donde trabaja Bizitegi, Otxarkoaga, Uribarri, Rekalde, Peñaskal ha sido un elemento fundamental en todo el recorrido, ya que la inclusión social en la comunidad requiere también de la necesidad de fortalecer y potenciar los contextos donde viven las personas.

A finales de los setenta ya se habían acabado para Otxarkoaga los años buenos. Con el fuerte incre­mento del paro se cebaron otros problemas como el alcohol, la enfermedad mental y la droga. Los capuchinos (comunidad de Capuchinos) casi recién llegados al barrio, junto con otras personas, se volcaron en el acompañamiento de personas y familias sencillas, hasta entonces normalizadas, pero sin recursos suficientes para afrontar estos nuevos retos. A partir de septiembre de 1980, el entonces bloque 52 (hoy Langaran 5) se convirtió en casa de acogida para personas necesitadas de escu­cha, mediación en conflictos familiares, acompañamientos psiquiátricos, comedor social, alojamiento nocturno de urgencia.

Había nacido Bizitegi… aunque todavía nadie lo sabía. En aquellos años la solidaridad era algo na­tural y no requería demasiada institucionalización. Casi más que entidades éramos personas (“Los Bizitegis”) concretas a quiénes nos preocupaba poco saber desde qué organización actuábamos. Hoy reconstruimos la historia desde nuevos parámetros e identificamos en aquél movimiento social emergente a entidades como Caritas, Hogar Izarra, entre otras.

Hasta 1988 no vimos la necesidad de crear una organización que recogiera y potenciara el trabajo que se venía haciendo. La ocasión la proporcionó el gesto solidario de una de las personas con en­fermedad mental a quién acompañábamos, que abrió su casa a la acogida de otras personas que lo necesitaban. Durante unos años Bizitegi fue una realidad sencilla, pequeña, circunscrita a Otxarkoa­ga, llamada a un fuerte crecimiento… aunque todavía nadie lo sabía.

A partir de 1992 Bizitegi experimentó un fuerte crecimiento y expansión por otros barrios de Bilbao debido a varios factores clave, que constituyen entre todos la realidad de lo que hoy somos: la apor­tación de más personas del mundo de la exclusión que pusieron sus viviendas al servicio de otros; la solidaridad de muchos voluntarios y voluntarias que se entregaron sin medida, algunos compartien­do la vida en pisos con drogodependientes en tratamiento, no solo no cobrando, sino aportando al sostenimiento del piso como uno más; el apoyo de algunos políticos que, aunque todavía las insti­tuciones no tenían mucha conciencia de su responsabilidad en este ámbito, supieron entender que no podían seguir sin hacer nada; la llegada de profesionales con sus valiosas contribuciones para la intervención con personas en exclusión social, con trastornos mentales y adicciones.

Hoy Bizitegi es una realidad consolidada, fruto de muchas sinergias, que ha formado parte de la his­toria del tercer sector en intervención social. Junto con otras entidades, a lo largo de estos 43 años, hemos contribuido a la creación de servicios para la inserción de personas del mundo de la exclusión, las drogas y la enfermedad mental; posibilitado el acercamiento de ciudadanos solidaros a estas realidades; colaborado con el compromiso de las instituciones públicas; trabajado por la profesiona­lización y regulación laboral del tercer sector.